Más de ocho mil quinientas familias, la mayoría migrantes llegados en los últimos años a Tarapacá, conforman el universo de personas que viven en campamentos, en una realidad que crece día a día. Las cifras corresponden, además, al diez por ciento del total del país, lo que devela la crítica situación en materia de déficit de vivienda y la necesidad de soluciones de corto plazo.