El académico de la Usach, Felipe Sánchez, advierte responsabilidades compartidas en estafas con medios de pago de la banca que podrían adquirir su mayor nivel en el primer trimestre de 2023.

Desconfiar y devolver el llamado a la “supuesta institución” es la recomendación que el perito informático de la Corte de Apelaciones de Santiago e ingeniero informático de la Usach, Felipe Sánchez, hace ante la proliferación de las estafas bancarias.

En Chile se producen en promedio 884 fraudes bancarios por día, según los datos de la Asociación del Retail Financiero, validados por la Asociación de Bancos (ABIF) .Durante 2022 fueron más de 322 mil estafas, por un monto que superan los 121 mil millones de pesos. Todo indica que durante el primer semestre del 2023 llegarán a su más alto nivel.

Para Sánchez, estos fraudes comenzaron en el mismo momento que se iniciaron las transacciones bancarias que en ese tiempo no eran en línea, sino desfasadas.

Descarta que el mayor uso de medios electrónicos para el pago y la implementación de la ley antifraudes sean los únicos responsables de lo que está ocurriendo, puesto que también hay un factor cultural. “En postpandemia la gente que no estaba acostumbrada a las transacciones online se vio obligada a adoptar esta modalidad, entre ellos había mucha gente mayor que no pretendía acceder al mundo digital”, remarca. Si bien se cree que este segmento de la población sería la principal víctima de estafa, no hay estadísticas oficiales que así lo corrobore.

Reconoce eso sí, que muchos de estos fraudes se basan en el engaño y relata que en ocasiones ha presenciado casos judiciales en que los afectados que no se conocen entre sí, pero coinciden en  declarar  que delincuentes que los llamaron tenían acceso al número de serie del dispositivo de clave dinámica. “La pregunta que uno se hace es de dónde la obtuvieron”.

Para el perito informático las responsabilidades en estas estafas son compartidas entre quienes entregan sus datos sin cuestionar de dónde proviene la llamada y la entidad bancaria que no controla quienes de sus funcionarios pueden acceder a esos números de serie.

Añade que en otros casos, sujetos inescrupulosos se presentan ante empresas de telefonía móvil simulando con documentación falsa ser los propietarios de una cuenta, piden deshabilitar su número, obtienen uno nuevo, y con ello reciben los avisos en la app bancaria ya instalada.

El ingeniero informático recomienda desconfiar de todo  tipo de mensajes o llamadas telefónicas, donde se advierta un sentido de urgencia extremo. “Con la tecnología los delincuentes se ganan la confianza del receptor de la llamada incluso pidiendo que no digan a viva voz su clave sino que la digiten y detrás han montado un servicio de IVR para captar ese teclado”, sostiene. Por lo mismo, aconseja que sea el cliente, quien ante la mínima sospecha, inicie la comunicación. “Si te llaman del banco, por ejemplo, devuelve la llamada a la mesa central o a tu ejecutiva”, cerró.