Una mesa de trabajo conjunta entre autoridades y dirigentes gremiales, para abordar las problemáticas que afectan a los usuarios del rubro automotriz de zona franca, fue el acuerdo que puso fin al movimiento “no al sello rojo”, que amenazaba con paralizar la ciudad por las nuevas normativas de protección ambiental que rige la circulación de vehículos en el país.