Con Boric y Kast, candidatos más cercanos a los extremos, y dos postulantes de centro que esperan ocupar algún cupo en una eventual segunda vuelta, Sichel y Provoste, las dificultades del próximo Gobierno serán más o menos las mismas. Dificultades por lograr mayorías en un Congreso atomizado y la presencia de una Convención Constitucional que podría cambiar las reglas del juego harían más difícil cualquier gestión a partir del 11 de marzo de 2022.