La vorágine de acontecimientos ocurrida en los últimos días refleja, a juicio de algunos analistas, el estado líquido de la política actual. Y la gran incertidumbre que se vislumbra respecto de las elecciones del 21 de noviembre próximo. Una consulta ciudadana que apenas alcanzó el mínimum minimorum y la inscripción de candidatos donde hay, desde propuestas novedosas, hasta nombres provenientes del reciclaje, con escasa o nula posibilidad de ser electos.