Las elecciones del fin de semana recién pasado reconfiguraron el mapa político del país como nunca antes, al menos desde el retorno a la democracia. Partidos que arrojaron las votaciones más bajas de su historia, hasta la irrupción de otros que pusieron a los suyos en puestos claves también por primera vez. Y la elección de una gran cantidad de independientes, que nunca habían postulado a un cargo público. Una grata sorpresa.  

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