Una situación compleja y que deberá sortear muchos escollos para salir airosa, es la que deberá enfrentar el nuevo ministro del Interior, Rodrigo Delgado, de acuerdo a distintos analistas locales. Aunque la mayoría tiene claro que el rol articulador, que debe asumir, podría acarrearle beneficios al gobierno; también existe la certeza de que la profundidad de la crisis no le dejará mucho margen de maniobra.  

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