Desde el pasado 22 de marzo, en que el presidente Sebastián Piñera decretó el toque de queda en todo el territorio nacional para controlar la propagación del coronavirus, las noches en Iquique lucen con calles vacías, locales y tiendas cerradas y uno que otro transeúnte tratando de llegar a sus hogares.  Patrullas militares y Carabineros de Chile fiscalizan que quienes transitan lo hagan con el salvoconducto respectivo.

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