A dos años de la toma de posesión del segundo mandato del Presidente Sebastián Piñera, el balance es negativo y no han motivos para celebrar, pues enfrentamos la crisis más grande de estos 30 años de democracia. En un año electoral donde se definirá el futuro constitucional del país, al tiempo que algunos parlamentarios analizan las vías para adelantar las elecciones y solicitar la inhabilitación del mandatario nacional.