Una vez más el fuego se ensaña con los iquiqueños, esta vez destruyendo una histórica casona del paseo Baquedano, en lo que ha sido -hay que decirlo- la crónica de una muerte anunciada. Pasadas las diez y media de la mañana, la casa contigua a lo que fuera el Palacio Mujica -que también se quemó hace algunos años- ardió en pocos minutos.
Al cierre de esta edición se buscaba, además, a dos personas que -presuntamente- habrían ingresado en los primeros momentos para intentar controlar el siniestro.