Los vehículos habían sido sustraídos en Iquique y en la región Metropolitana a través de diferentes métodos, como “portonazos o encerronas”. Estaban con sus series de motor borradas y listos para ser llevados a Bolivia por pasos no habilitados. Un importador de zona franca, recibió cuatro de los cinco vehículos que le fueron sustraídos desde su automotora en Iquique.