Una “manito de gato” para el dieciocho siempre viene bien. Sobre todo, tras dos años de pandemia, donde las fiestas se tuvieron que hacer por zoom y ahora, por fin, volvemos al modo presencial.
Una “manito de gato” para el dieciocho siempre viene bien. Sobre todo, tras dos años de pandemia, donde las fiestas se tuvieron que hacer por zoom y ahora, por fin, volvemos al modo presencial.