Cavancha luce desierta, enrejada y sin los bañistas y deportistas que cada verano disfrutan de sus olas y arena, un efecto más de la segunda  cuarentena que vive Iquique, durante esta pandemia. 

En algunas playas del mundo, se implementaron medidas para que los veraneantes puedan mantener distancia, o bien se dispuso de aforo para ingresar a la playa.  ¿Podría funcionar una idea similar en Iquique?

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