Una denuncia que da cuenta de la desprotección que tienen muchos campos de geoglifos de Tarapacá, realizaron algunos tours operadores tras constatar -a través de fotos satelitales- que se siguen produciendo daños significativos por huellas de vehículos que las atraviesan, con la consiguiente destrucción. Aunque la situación no es nueva, destaca el daño que se sigue realizando en el sector de los geoglifos conocidos como Líneas de Ariquilda, al interior de Huara, zona que es extraordinariamente vulnerable, debido a que las figuras -al igual que en Nazca- están sobre la superficie.

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